La sequedad de la piel es un problema común que puede afectar a personas de todas las edades. Se produce cuando la piel pierde un exceso de agua y aceite, lo que puede generar diversos síntomas como:
Sensación de tirantez o incomodidad en la piel.
Aspereza o rugosidad en la superficie de la piel.
Descamación, donde la piel seca puede desprenderse en pequeñas escamas.
Picazón o irritación en la piel.
Enrojecimiento o inflamación en las áreas afectadas.
Grietas o fisuras en la piel, especialmente en áreas expuestas o propensas a la sequedad, como las manos, los labios o los talones.
Sensibilidad aumentada en la piel, pudiendo experimentar sensaciones incómodas al contacto con ciertos productos o sustancias.
Cuidar de tu piel es importante para mantenerla saludable y radiante. No dudes en buscar asesoramiento y tomar medidas para tratar y prevenir la sequedad de la piel.
